Los colores más vistos en las pasarelas de otoño 2025
Cada inicio de temporada nos emociona por la misma razón: la moda vuelve a reinventarse. Nuevas siluetas, texturas y, sobre todo, colores, comienzan a llenar las pasarelas y los escaparates, inspirándonos a experimentar con nuestro estilo. En las presentaciones más recientes de otoño 2025, las grandes casas de moda coincidieron en una paleta que mezcla sofisticación, calidez y dramatismo, reflejando el espíritu de una temporada que invita tanto a lo clásico como a lo audaz.
En Liz Minelli, amamos analizar lo que ocurre en la industria para traducirlo en piezas que se sientan reales, llevables y profundamente elegantes. Por eso, en este blog te compartimos los colores más vistos en las pasarelas de otoño 2025 y, lo más importante, cómo puedes usarlos con elegancia y confianza, sin que tu look se vea exagerado ni fuera de tu estilo.
El poder del vino profundo
Entre los colores protagonistas del otoño 2025, el vino profundo o borgoña intenso se posiciona como el favorito de las pasarelas. Firmas como Valentino, Dior y Elie Saab apostaron por esta tonalidad por su versatilidad y por el aire de lujo que transmite, especialmente en telas como el satín, el terciopelo o la seda.
Lo interesante del color vino es que tiene la fuerza del rojo, pero con una madurez más sofisticada. Es perfecto para quienes buscan un look elegante con un toque de misterio. En vestidos largos o midi, este tono resalta la piel y da una presencia poderosa, sin necesidad de accesorios llamativos.
Para llevarlo con elegancia, la clave está en mantener una armonía monocromática o jugar con tonos neutros como el beige, el dorado claro o el gris perla. En eventos de noche, los vestidos en vino con detalles metálicos o pedrería discreta logran un equilibrio perfecto entre glamour y sobriedad. Es un color que, sin duda, se convertirá en el nuevo clásico del guardarropa femenino.
Verde oliva
Otro color que marcó las pasarelas del otoño 2025 fue el verde oliva, un tono que combina lo orgánico con lo elegante. Apareció en colecciones de Bottega Veneta, Max Mara y Alberta Ferretti, donde se le dio un enfoque lujoso, alejándolo de su versión más militar para convertirlo en un símbolo de serenidad y modernidad.
El verde oliva funciona de maravilla en telas con textura: satín, cuero ecológico, gamuza o lana ligera. Cuando se lleva en vestidos o conjuntos, crea una estética equilibrada que transmite calma, pero con un aire refinado. Es un tono que se adapta muy bien a eventos de día, bodas en exteriores o cenas más relajadas.
Para mantenerlo elegante, recomendamos contrastar con accesorios dorados o color terracota, que resaltan la calidez del tono. En el maquillaje, los tonos durazno o bronce complementan perfectamente este color. Es una forma de abrazar la naturaleza desde una visión de alta moda.
Azul medianoche
El azul medianoche regresó con fuerza en las pasarelas de otoño 2025, recordándonos que la elegancia no siempre tiene que ser negra. Este tono profundo, con un matiz sutilmente metálico, fue protagonista en desfiles de Carolina Herrera, Armani Privé y Givenchy.
Lo fascinante del azul medianoche es que tiene la capacidad de reflejar la luz con discreción, lo que lo hace ideal para looks de noche. En vestidos estructurados o con caída fluida, da una impresión de autoridad y serenidad. Además, es un color que favorece prácticamente a todos los tonos de piel.
Para llevarlo con elegancia, te sugerimos combinarlo con plata, gris acero o incluso azul celeste. Es una opción perfecta para quienes aman el negro pero quieren experimentar con algo distinto sin perder formalidad. Y si hablamos de impacto, un vestido azul medianoche con escote limpio y labios rojos puede ser una elección inolvidable.

Tonos tierra y arena
El otoño 2025 también nos trajo una tendencia muy marcada hacia la neutralidad sofisticada. Los tonos tierra, arena, camel y arena rosada dominaron colecciones de Chloé, Hermès y The Row, confirmando que la elegancia puede venir de la sencillez.
Estos colores funcionan como un lienzo en blanco para construir looks ricos en textura y detalle. Un vestido color arena con estructura o plisado puede lucir tan poderoso como uno con brillo, siempre que se complemente con los accesorios adecuados. Lo que nos gusta de esta tendencia es que invita a vestir con naturalidad y confianza, alejándonos del exceso para encontrar belleza en la armonía.
Para mantener un look elegante, sugerimos combinar estas tonalidades con joyería minimalista y tejidos de calidad. En eventos de día o tarde, son ideales porque proyectan calidez sin robar protagonismo. Además, son colores atemporales que no pasan de moda, por lo que invertir en una prenda en estos tonos siempre es una decisión inteligente.
El toque de dorado
Aunque el otoño suele asociarse con tonos apagados, este 2025 rompe el molde incorporando el dorado suave como un acento imprescindible. Apareció en pasarelas de marcas como Balmain y Zuhair Murad, que lo usaron no solo como detalle metálico, sino como tono principal en prendas completas.
El dorado simboliza lujo, pero la clave está en equilibrar su intensidad. En su versión más opaca o envejecida, se vuelve una elección ideal para eventos formales sin caer en lo ostentoso. En Liz Minelli lo vemos como ese toque de brillo que da vida a un vestido sin necesidad de excesos.
Para usarlo con elegancia, opta por telas con caída ligera como la seda o el satín, y acompáñalo con maquillaje neutro o con un toque de iluminación natural. El dorado no es solo para la noche; bien combinado, también puede destacar en eventos diurnos, aportando una luminosidad cálida y sofisticada.
El retorno del rojo intenso
El rojo intenso vuelve a ser uno de los grandes protagonistas del otoño 2025. Lo vimos en pasarelas de Ferragamo, Versace y Carolina Herrera, confirmando que sigue siendo un color cargado de energía, pasión y empoderamiento.
Este año, el rojo se reinventa en versiones más profundas y mate, alejándose del brillo excesivo. Es una tonalidad que habla por sí sola, por eso lo ideal es mantener el resto del look sencillo. Un vestido rojo de corte limpio, sin muchos adornos, puede transmitir fuerza y sofisticación en partes iguales.
En cuanto a la combinación, los tonos nude, dorados claros o incluso el clásico negro pueden complementar este color sin competir con él. Y aunque solemos asociarlo a la noche, también puede funcionar de día si se lleva con telas livianas y maquillaje natural.
Rosa empolvado
En contraste con los tonos intensos, el rosa empolvado también se hizo presente en las pasarelas de otoño 2025, como una forma de mantener viva la delicadeza dentro de una temporada que suele ser más sobria. Diseñadores como Giambattista Valli y Fendi apostaron por este color en tejidos suaves, proponiendo un estilo femenino, pero con un aire contemporáneo.
El rosa empolvado tiene la ventaja de adaptarse tanto a eventos de día como de noche. En vestidos largos con detalles sutiles o cortes asimétricos, aporta frescura sin perder elegancia. Es ideal para quienes buscan proyectar una imagen dulce pero con carácter.
Para un look más moderno, se puede combinar con tonos metálicos suaves o con accesorios minimalistas. En maquillaje, los tonos malva o rosados naturales complementan perfectamente el conjunto.

Cómo combinar los colores del otoño 2025 sin perder elegancia
Después de repasar los tonos principales de la temporada, algo queda claro: el otoño 2025 se define por la armonía entre lo clásico y lo audaz. No se trata de usar todos los colores de moda a la vez, sino de entender cómo adaptarlos a nuestro estilo personal.
La clave está en mantener una base neutra y jugar con uno o dos tonos de tendencia. Por ejemplo, un vestido en vino profundo puede resaltar aún más si se acompaña de accesorios en dorado o arena. Del mismo modo, un conjunto verde oliva puede cobrar fuerza con detalles metálicos o texturas contrastantes.
Recordemos que la elegancia no depende de la cantidad de color, sino de la coherencia visual y la actitud con la que lo llevamos. Cada tonalidad tiene su propio lenguaje, y la forma en que la combinamos habla de nuestra personalidad y seguridad.
Conclusión, vestir con intención, no solo con tendencia
Más allá de las pasarelas, creemos que la verdadera moda ocurre cuando cada mujer hace suyo un color, una textura o un estilo. El otoño 2025 nos invita a reconectar con nuestra esencia a través de los tonos que elegimos: algunos más intensos, otros más discretos, pero todos con un mensaje claro de autenticidad y confianza.
En Liz Minelli vemos esta temporada como una oportunidad para experimentar con elegancia. Nos encanta cómo los tonos vino, azul medianoche o dorado permiten jugar con diferentes estados de ánimo, reflejando la dualidad de la mujer moderna: fuerte, sensible, decidida y sofisticada.
La moda cambia, sí, pero la elegancia es una elección constante. Y en este otoño 2025, la invitación es clara: atrevámonos a vestir con intención, con emoción y con el brillo sutil de quienes saben que el verdadero estilo no se impone, se transmite.
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